Camina el niño
sin zapatos,
con sus pies sucios
llenos de cayos.
Camina el viejo
sin zapatos,
con sus pies arrugados
y muy maltratados.
Camina el pobre
descalzo,
y llenos de lágrimas
están sus pasos.
Camina el rico
sin zapatos,
aunque no descalzo
ni con un cayo.
Caminamos por la vida,
no se si descalzos...
Caminamos por la vida,
con los pies arrastrados.
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