Las tristezas de la vida
te arropan el alma.
Se encargan de desbaratar
las utopías
y robarte tus esperanzas.
Las tristezas de la vida
no son evitables.
Las vemos día a día,
a cada instante.
En un niño de la calle
sin dónde dormir;
en un enfermo de muerte
sin razón para vivir;
en ojos llenos de lágrimas
que no tienen
a quién ir.
Las tristezas de la vida
son muchas cada día.
Y tú,
¿qué haces para combatirlas?
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